La Asociación para la Investigación y Prevención de Adicciones, reconocida por sus siglas ASIPA, es una organización privada de bien público, sin fines de lucro independiente y autónoma de la Secretaría Nacional Antidrogas -SENAD. Cuenta con Personería Jurídica por Decreto N° 629/13 de la Presidencia de la República del Paraguay, refrendada por el Ministerio del Interior y reconocido por el Ministerio de Educación y Culto -MEC, inscripto en la Dirección General de Registro Público, cuyos programas fueron Declarados de Interés Nacional por Declaración Nro 292/15 del Congreso Nacional y Municipal a través de la Junta Municipal de la Ciudad de Asunción por Resolución N° 6.696/14; protegido por los Derechos del Autor conforme lo establece la Ley N° 1.249/98.
En ASIPA creemos que el único acercamiento posible al problema de las drogodependencias es el integral. La prevención, la asistencia, la rehabilitación o la incorporación social y lo laboral solo son diferentes aspectos de un mismo problema. Es sabido que los centros de atención a los drogodependientes tienen como casi único objetivo: contribuir a que los afectados por este problema abandonen el consumo de drogas. Con el tiempo a través de los estudios realizados por ASIPA fuimos incorporando otros objetivos: prevención, programas de reducción del daño, formación, e inserción socio-laboral.
En un primer momento se piensa que la incorporación al mercado laboral es el último peldaño en el proceso terapéutico, pero pronto se entiende que se trata de un objetivo que debe estar presente durante todo el proceso, y es la filosofía que anima la proyección de nuestra Centro para la Rehabilitación y Tratamiento de las Adicciones. Jericó. Somos conscientes de que el desempleo, la falta de trabajo, implica un alto grado de exclusión social que, en el caso de los drogodependientes, incrementa su grado de marginación afectando, negativamente, sobre su proceso de reinserción social.
El modelo socio–económico vigente impide el acceso al mercado de trabajo de todas las personas activas que desean entrar en el mismo. Por eso hay que tener en cuenta que si una parte de la población “normalizada” tiene dificultades para acceder a un puesto de trabajo, es evidente que el colectivo de drogodependientes, exdrogodependientes o exreclusos, ve incrementadas esas dificultades al sufrir un estigma social.
Nuestro deseo de buscar nuevas alternativas, invitó a intentar otro modelo de rehabilitación integral que pasa por ser pensado en los colectivos especialmente desfavorecidos teniendo como objetivo la incorporación de estos colectivos al mercado laboral luego del proceso de recuperación y posterior seguimiento.